La alegría del Obispo Daniel
En la
mañana, presidió la misa y expresaba la alegría que sentía de
haber podido compartir con nosotros. En su homilía, nos hacía un
llamado a ser santos. La santidad es algo esencial en el sacerdote, y
en los seminaristas, que nos formamos para ser sacerdotes. Dios nos
llama a ser humildes, y entregarnos del todo a la Iglesia, esposa de
Cristo. Teniendo presente que el motor del sacerdote es hacer la
voluntad de Dios por amor.
Agradecemos a Dios por este momentos de cercanía de nuestro padre y pastor, monseñor Daniel. Fue una semana de gran alegría y entusiasmo el poder compartir los seminaristas y formadores con nuestro obispo.
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