Mártires del siglo XX, España

El pasado 13 de octubre fueron beatificados 522 mártires, siendo el pueblo de Tarragona la causa más numerosa con 147 mártires entre ellos el Obispo Auxiliar Manuel Borras. La celebración fue presidida por el  cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y Representante del Papa para la Beatificación del Año de la Fe. Entre los mártires, 7 dieron su vida lejos de su patria; un cubano, un colombiano, un portugués, tres franceses y un filipino. Entre los beatificados se encuentran religiosos de diversas congregaciones, sacerdotes diocesanos, laicos y consagrados.

 Esta beatificación no se ha llevado a cabo para señalar o juzgar culpables, sino más bien para resaltar la misericordia. En palabras del cardenal Amato en su elocuente homilía lo expresa con gran sencillez: “hoy recordamos con gratitud su sacrificio, que es la manifestación concreta de la civilización del amor predicada por Jesús”, en la que los mártires “no se han avergonzado del Evangelio, sino que han permanecido fieles a Cristo”.

El Papa Francisco envió un mensaje a los fieles allí presente y  definió a los mártires como  “aquellos cristianos ganados por Cristo discípulos que han aprendido bien el sentido de amar hasta el extremo”. El martirio es ante todo un don, es el dar la vida por Cristo y por el Evangelio, ante situaciones concretas donde se intenta esconder la verdad e imponer ideologías que se esconden bajo una falsa idea de libertad.

Siempre es necesario morir nos recuerda el Santo Padre, no quizás físicamente como estos mártires pues el martirio es un don no concedido a todos. Pero si nos exhorta el Papa a morir a nuestro egoísmo, a nuestras comodidades, a nuestras tristezas, en fin viviendo la caridad cristiana sólo así la vida tiene sentido. Ciertamente con nuestras propias fuerzas es imposible pero con un poco de disposición y la gracia de Dios este morir se va concretizando en las cosas pequeñas y ordinarias de la vida.