Protocolo diocesano para la reapertura de los templos


Adjunto publicamos el protocolo de la Diócesis de Arecibo para la reapertura de los templos así como las actividades que han de llevarse a cabo en los mismos. Recordamos la importancia de la responsabilidad personal y la práctica de las medidas de seguridad a nivel personal.


Protocolo de la Diócesis de Arecibo para las celebraciones litúrgicas en medio de la Pandemia del Covid-19

Introducción:
Dada la grave responsabilidad que supone para todos prevenir el contagio de la enfermedad, proponemos las siguientes medidas. Será necesario ir haciendo una evaluación continuada de las mismas e introducir las modificaciones necesarias, teniendo en cuenta lo que la diócesis y la autoridad sanitaria dispongan en cada momento.

Este protocolo lo hacemos en espíritu de caridad y colaboración con el Estado en la búsqueda del bien común. Al mismo tiempo, salvaguardando la libertad de la Iglesia frente al Estado y reservándonos el derecho a objetar todo aquello que sea una intromisión indebida en los asuntos propios de la Iglesia y que atente contra la libertad de culto.

Protocolo:

Para la gradual celebración de la liturgia con el pueblo, se establece el presente protocolo a ser observado por todos los católicos de la diócesis de Arecibo, siguiendo las directrices diocesanas y la “GUÍA PARA LA REAPERTURA ESCALONADA DE LOS SERVICIOS RELIGIOSOS PRESENCIALES POR COVID19” preparada por el Estado.

1. Acceso al lugar de culto en ocasión de la celebración litúrgica

1.1 El acceso individual al lugar de culto será de modo que se evite que se congreguen las personas en la entrada del edificio, ni en los lugares anejos como la sacristía.

1.2 Con respeto a la normativa del distanciamiento social, se establecerá la capacidad máxima aproximada del templo, de modo que se reserve la distancia de al menos 6 pies hacia adelante y lateralmente de cada persona y de acuerdo con las fases establecidas en la Guía del gobierno. Las familias que convivan bajo el mismo techo podrán sentarse juntos.

1.3 El acceso al templo debe estar regulado por colaboradores voluntarios que vigilen que todos porten la protección de mascarilla y que vigilen el número máximo de personas en el templo.

1.4 Si la participación de los fieles supera significativamente el número máximo de la presencia permitida de fieles, se considerará aumentar el número de celebraciones litúrgicas.

1.5 Para la entrada y salida al edificio se deberá respetar la distancia de 6 pies entre las personas. Se dejarán las puertas abiertas para evitar, en la medida de lo posible, que tengan que entrar en contacto con ellas.

1.6 Todos deben usar mascarillas en el lugar de culto.

1.7 Es importante recordar que, por caridad cristiana y responsabilidad social, no debe acceder al lugar de la celebración ninguna persona con síntomas de COVID19 o cualquier otra enfermedad contagiosa. Tampoco ninguna persona que, aunque no tenga síntomas, haya estado en contacto con una persona positiva al COVID19. Personas de alto riesgo deben considerar abstenerse de participar de la celebración.

2. Higienización del lugar de culto

2.1 El lugar de culto, incluyendo la sacristía, los bancos y cualquier lugar donde puedan colocarse las manos, debe ser higienizado regularmente al final de cada celebración con detergente desinfectante. Se ruega a los feligreses que traigan los materiales necesarios para que antes de irse ayuden a dejar higienizadas todas las áreas con las que hayan estado en contacto. Es importante, dado el uso de productos químicos, procurar la adecuada ventilación del templo.

2.2 Al terminar la celebración, los útiles litúrgicos y micrófonos también deben ser desinfectados.

2.3 Se mantienen vacíos los recipientes de agua bendita.

2.4 Es recomendable limpiar y desinfectar los filtros de los acondicionadores de aire regularmente. Será importante atender las recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre el uso de estos.

3. Consideraciones a observar durante la celebración litúrgica

3.1 En respeto a la normativa del distanciamiento social, mantener la distancia en el presbiterio. Esto incluye Servidores del Altar (máximo dos), y Diácono.

3.2 La norma de distanciamiento aplica también a los coros, de manera que el número de integrantes garantice la salubridad.

3.3 Se omite el saludo de la paz.

3.4 La distribución de la comunión será usando la mascarilla, poniendo máxima atención en cubrir la nariz y la boca, a una distancia razonable del feligrés. Debe realizarse en silencio. Los feligreses continúan teniendo la libertad de recibir la comunión en los modos permitidos por la Iglesia.

3.5 Los fieles deben mantener el respeto a la norma sanitaria de la distancia mientras esperan en la fila para recibir la comunión. Sería conveniente una sola fila y uno, o varios ministros, distribuyendo la comunión.

3.6 Inmediatamente después de terminada la comunión los que la hayan distribuido deberán lavarse la mano utilizando el envase para la ablución que se entregó a cada parroquia, cuyo contenido se dispone del modo adecuado. Luego deberá limpiarse con algún detergente.

3.7 Se deben evitar los boletines parroquiales y los subsidios para canciones.

3.8 La procesión de las ofrendas no se realizará durante la celebración, sino que las ofrendas se tendrán preparadas en un lugar idóneo en el presbiterio.

3.9 Para la colecta se dispondrá de tal modo que al entrar o al salir del templo puedan dejar los feligreses su aportación en un lugar apropiado y seguro. También considérense para la aportación de los fieles los modos electrónicos que se les han sugerido desde la oficina de administración.

3.10 La misa debe celebrarse íntegramente, con todas sus partes, incluyendo todas las lecturas. Por supuesto, teniendo en cuenta que el sentido común y la prudencia aconsejan un adecuado tiempo de duración de la celebración.

3.11 La misma normativa relativa al distanciamiento social y al uso de protección de mascarilla aplica a la celebración de sacramentos diversos como el Bautismo, Matrimonio y Unción de los Enfermos. En este último debe considerarse el uso de guantes y algodón o bastoncillos, los cuales luego deben quemarse para disponer de ellos.

3.9 El sacramento de la Penitencia debe ser administrado respetando el distanciamiento y usando siempre mascarilla.

3.10 Las celebraciones del sacramento de la Confirmación quedan suspendidas hasta nuevo aviso, en coordinación con las instrucciones dadas por la Comisión Diocesana de Catequesis.

4. Adecuada comunicación

4.1 Será responsabilidad del sacerdote dar continuidad al presente protocolo y su adecuada difusión.

4.2 Al ingreso del templo se puede colocar un aviso manifestando las indicaciones esenciales:

-el número máximo de participantes permitidos en el edificio.

-respetar siempre el distanciamiento social, la higiene de manos y el uso de la mascarilla que cubra la nariz y la boca.

5. Otras indicaciones

5.1 Celebración del Sacramento de la Reconciliación y los momentos de escucha de los fieles (Dirección Espiritual): además de las medidas generales, se ha de escoger un espacio amplio, mantener la distancia social asegurando la confidencialidad. Tanto el fiel como el confesor deberán llevar mascarilla. Para usar el confesionario puede cubrirse la rejilla con plástico. Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies. No está permitida en esta circunstancia la absolución general.

5.2 Bautismos: En la medida de lo posible, realícense bautismos individuales. Téngase en cuenta que solo deben participar de la celebración el padre y la madre del bautizando, los padrinos y el ministro. En las unciones se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración.

5.3 Matrimonio: Se deberá estar atentos a las disposiciones del Estado con respecto a los mismos. Los anillos, arras, etc., deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes.
Manténganse la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la
entrega de la documentación correspondiente.

5.4 Unción de enfermos: Rito breve. En la administración de los óleos puede utilizarse un algodón o bastoncillo como se ha indicado anteriormente. Los sacerdotes muy mayores o enfermos no deberían administrar este sacramento a personas que están infectadas por coronavirus. Obsérvense las indicaciones de protección indicadas por las autoridades sanitarias.

5.5 Exequias de difuntos: Los funerales y las exequias seguirán los mismos criterios de la misa dominical, cuando sean celebrados en los templos. Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, insistir en evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener distancia de seguridad.

5.6 Comunión a los enfermos: Deberá ser llevada sólo por sacerdotes, diáconos o ministros extraordinarios que no sean vulnerables por alguna razón. Debe ser un servicio voluntario, a solicitud del enfermo o sus familiares y priorizar cuando se trata del viático.

5.7 Liturgia de las Horas: Se recomienda a los sacerdotes enseñar “virtualmente” a los fieles a celebrar la liturgia de las horas (laudes y vísperas) en sus casas, ya que es la oración oficial de la Iglesia para cada jornada, especialmente cuando son ancianos y no es conveniente asistir al templo.

6. Visitas a la Iglesia para la oración o adoración del Santísimo

6.1 Se procurará tener un horario establecido para la oración o adoración del Santísimo, evitando la concentración y señalando los lugares para la misma.

6.2 No se permitirán visitas turísticas a los templos.

6.3 Quedan prohibidas las exposiciones del Santísimo Sacramento sin ninguna persona presente, incluso cuando la intención es transmitirlas vía internet a los fieles. También queda prohibido hacer procesiones con el santísimo Sacramento fuera del Día del Corpus Christi. Es el Obispo Diocesano quien regula las procesiones eucarísticas.

7. Otras disposiciones

7.1 No será obligatorio celebrar en todas las capillas. Se deberán escoger los templos más idóneos, por su tamaño, para el respeto de las indicaciones en el presente protocolo y la guía del gobierno. El sacerdote puede considerar la celebración de las Misas al aire libre (donde sea posible), pero no en los vehículos ni con distribución de la comunión tipo “servi-carro”.

7.2 Se mantiene por ahora, como algo excepcional, la dispensa del precepto dominical por motivos de salubridad. Los feligreses que asistan a nuestros templos para cualquier servicio o celebración litúrgica lo harán bajo su propia responsabilidad.

7.3 Los diáconos, ministros extraordinarios de la comunión, servidores del altar, lectores, miembros de los coros, ujieres y otros servicios serán voluntarios. Dadas las circunstancias todos deben sentirse libres de ofrecer, o no, su servicio.

7.4 Se favorece la transmisión de la celebración de la Misa en línea, para las personas que por razones justas no puedan participar de la celebración. Al mismo tiempo, sobre la idoneidad de este modo a la que hace referencia la Guía del gobierno recordamos que las autoridades públicas no son competentes para indicar cómo debe ser realizado el culto cristiano de “manera óptima” en estas circunstancias. El culto cristiano presencial es parte constitutiva de nuestra religión, y el ejercicio del mismo es un derecho fundamental reconocido en nuestro sistema jurídico.

7.5 No se deberá reabrir el templo para la celebración pública hasta que se pueda cumplir con todo lo requerido.

7.6 Para facilitar el cumplimiento de todo lo requerido para las celebraciones públicas se provee una Hoja de Cotejo.


El presente Protocolo entrará en vigor el sábado 23 de mayo de 2020.

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