Santa y Grande Pascua 2015: Primer Domingo


Si en toda la estadía no había llovido y se disfrutaba de buen sol, hoy se sentía, como en todo Domingo de Pascua, un estallido de aroma vital tripudiante y fúlgido. El sol más brillante, las flores más bellas, la creación perfecta, pues su Rey se presenta vivo y glorioso.
Salimos temprano a la catedral. La giralda nos recibía con el toque pascual de las campanas, sonaban y sonaban y todavía cortas se quedaban para anunciar tan grande acontecimiento. Celebramos las laudes solemnes junto al cabildo catedralicio y luego la santa Misa.
La homilía del arzobispo insistió en la apertura a dejarse encontrar por el resucitado, experiencia que transforma y brinda sentido a la existencia humana. Terminada la Misa felicitamos a María santísima con el canto del «Regina cæli».

A toda prisa salimos de la catedral para alcanzar el “paso” del Señor resucitado que desde las cuatro de la madrugada ya se paseaba por las calles. Pudimos alcanzarle en la plaza san Marcos. Allí le vimos grande y soberano. Una talla magnífica. Cantidad de flores y melodías triunfantes le acompañaban.

Coronó el día el almuerzo festivo junto a la comunidad de la residencia sacerdotal.








Fotografía: http://cofrades.sevilla.abc.es/photo/el-resucitado-domingo-de-6

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