Carta abierta a Monseñor Álvaro Corrada del Río, administrador apostólico de Arecibo
Pamplona, 10 de marzo de 2022
Querido monseñor Corrada del Río:
Desde esta carta abierta en nuestro blog “En el taller de José”, quiero manifestarle públicamente nuestra obediencia como Administrador apostólico y al mismo tiempo salir al paso de algunas informaciones infundadas que he visto en la prensa.
Aunque estamos todavía reponiéndonos de la sorpresa, le escribo para asegurarle nuestra obediencia a la Iglesia por encima de lo que podamos nosotros entender, pues aunque el que mande se equivoque, nosotros acertamos obedeciendo. Por ello le manifiesto mi disponibilidad para seguir sus indicaciones respecto al Seminario San José, que ya monseñor Daniel Fernández había mandado clausurar el 10 de enero de este 2022 a fin de este curso. En unos días le escribiré más despacio por si quiere asumir, enmendar o cambiar lo dispuesto.
Yo estoy a sus órdenes hasta junio 2022 que termina el Seminario y con él mi servicio a la diócesis de Arecibo, tal como le había comunicado al obispo Daniel en Navidades del 2021 y como ya le comuniqué a mi obispo de Calahorra el pasado mes de febrero del 2022.
Agradezco al Señor estos diez años que he podido servir a la Iglesia nuestra madre en mi amada isla de Borinquén y agradezco a los obispos de mi diócesis española (Juan José Omella y Carlos Escribano) que me permitieron trabajar en este proyecto que nos pidió la Santa Sede en el 2010, y lo apoyaron para que pudiera servir a la misión universal de la Iglesia. Aprovecho para expresar nuestra más sincera gratitud (la mía y de los 7 clérigos puertorriqueños que han sido ordenados estos años) a la Universidad de Navarra, a la fundación CARF, y a la arquidiócesis de Pamplona, que nos han acogido maravillosamente estos diez años. Gozosamente dejé la cátedra del Instituto de liturgia en la Pontifica Universidad de la Santa Cruz para ayudar al pedido de la Congregación de seminarios en ese momento, y con la misma diligencia me pongo ahora a clausurarlo, siguiendo sus indicaciones.
Como creo que sepa, nadie ha hecho más que yo por sacar adelante el Seminario Interdiocesano de Puerto Rico, para lo que dejé mi diócesis en el 1990 con 27 años y la bendición de mi obispo Ramón Búa. Trabajé en Ponce hasta el 2006 en la formación sacerdotal: en la remodelación del Seminario “Regina cleri” y desde la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, bajo la agradecida amistad de los obispos: Fremiot Torres, Ricardo Suriñach y Félix Lázaro. Por ello, a pesar de las penosas circunstancias, pues es monseñor Daniel una de las mejores personas que he conocido en mi vida, tendrá usted mi leal cooperación para que la integración de los seminaristas de Arecibo en el Interdiocesano de Ponce sea lo menos traumática posible. Además estoy contento de reforzar el Seminario de Ponce, donde he dejado los mejores esfuerzos pastorales de mi vida: en las construcciones, en los recursos económicos y en los humanos. Estimo a su rector, monseñor Elías S. Morales, como uno de los mejores sacerdotes con los que cuenta la Isla. Nada me alegrará más que lograr una integración fructífera de nuestros seminaristas, pues sigo siendo ponceño de corazón, como me bromean mis muchachos.
Por último, siempre que le he encontrado personalmente me he sentido comprendido y querido por usted, a quien igualmente estimo por su inteligencia y afecto, por lo que me alegro que sea usted el encargado del cambio de administración en Arecibo. Renuevo así y le ofrezco mi colaboración en todo lo que de mi dependa.
Con sincero afecto,
Eduardo Torres Moreno,
Rector
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