Día excelso en el que nuestro Señor instituyó la sagrada Eucaristía y el sacerdocio ministerial. Hemos comenzado la jornada en oración. Desde hoy la liturgia, más riqueza no puede brindarnos: lecturas antífonas, himnos, responsorios, todo expone la plenitud del misterio cristiano. Ya desde anoche seguimos los “Pasos” que procesionan por la ciudad. La experiencia es sorprendente, difícil no emocionarse. La impresión es explosiva. No penetrar en el misterio es imposible cuando se reúnen el olor del incienso, la visión de las llamas en los cirios, las flores abundantes, la orfebrería óptimamente elaborada, los bordados, los “nazarenos”, los niños, el fervor de los fieles, la música interpretada por las bandas, las saetas; pero sobretodo la contemplación de las imágenes de nuestro Señor sufriente, agonizante, flagelado, crucificado; las de su santísima Madre dolorosa bajo palio. Tallas de una calidad sorprendente, detalles que capturan la atención y exigen silencio. ...