En el taller de José

El 19 de noviembre, es el día de Nuestra Señora de la Divina Providencia, Patrona de Puerto Rico. La advocación y culto a Nuestra Señora de la Divina Providencia se originó en Italia en el siglo XIII. Fue una devoción muy difundida y popular que posteriormente pasó a España donde se levantó un Santuario en Cataluña. Al ser nombrado Obispo de Puerto Rico el catalán Gil Esteve y Tomás, trajo consigo esta Devoción que conoció en el Seminario. En las manos de la Divina Providencia tuvo que poner toda su Diócesis este prelado, pues encontró a la Catedral casi en ruinas y la economía de la Diócesis en peores condiciones. La confianza del Obispo y su trabajo dieron fruto rápidamente y antes de los 5 años logró reconstruir el Templo, en el que se estableció el Culto y la Devoción a la Virgen de la Providencia. La imagen original venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un hermoso óleo en el que aparece la Virgen con el Divino Niño dor...

El pasado 17 de noviembre pudimos hacer excursión hacia  el monte Mendaur. La excursión a la montaña tenía como meta alcanzar en la cima de la misma una pequeña ermita dedicada a la Madre de Dios. El día fue solicito; pudimos disfrutar del sol, de vistas espléndidas y tener  contacto con la vida cotidiana de los campesinos del lugar.

El pasado primero de noviembre celebramos la Solemnidad de Todos los Santos junto a los monjes benedictinos de la abadía de San Salvador de Leyre en Navarra. Las riquezas de la naturaleza, que forman la sierra de Errando y el embalse de Yesa -conocido como “Mar del Pirineo”-, se condensan en mitad de la ladera donde se halla el monasterio, un recinto de paz donde pudimos disfrutar del día soleado. Después de saludar al Padre Abad y ser recibidos cordialmente por toda la comunidad, celebramos la Santa Misa armonizada por el canto gregoriano de tan alta calidad como el ejecutado por los monjes que allí residen. Almorzamos y luego pudimos compartir un rato de tertulia junto al Padre Francisco Javier OSB, maestro de ceremonias del monasterio, quien siempre, con mucho gusto y alegría, recibe a la comunidad de Puerto Rico en su sacristía.            Pedimos a Dios conserve esta comunidad benedictina y les conceda muchas vocaciones.